Aquí no hay quien viva.
Hola de nuevo amiguit@s. ¿Sorprendidos de verme de nuevo por aquí? Resulta curioso, pero últimamente escribo más y hago menos videos chorras para colgar en el Tuenti. Así que, hasta que los del "Diario de Avisos" me dejen escribir en sus columnas de opinión, les martirizaré un poco por aquí jijiiji.
Hoy les hablaré del lugar donde vivo. Se trata del complejo residencial Polígono Padre Anchieta. Sí, ese mismo que cuando vienen por avión a Los Rodeos parece un parchís gigante: que si bloques azules, amarillos, verdes... Creo que los pintaron de diferentes colores para dar más o menos puntos al piloto del avión en caso de accidente (si te estrellas en las verdes te damos 500 puntos, pero si lo haces en las rojas tienes un bonus y pasas de nivel).
El complejo posee grandes zonas verdes (el cagadero de los perros de detrás de mi casa), así como instalaciones deportivas dotadas de ultimísima tecnología (un polideportivo techado y un terrero de lucha canaria a medio hacer). Hace poco poseíamos una fiesta (a quién se le ocurre montar un escenario con música a toda pastilla al lado de un centro de urgencias) en la cual se coronaba a una joven (que generalmente repetía todos los años) como Miss Polígono.. También tenemos la única calle peatonal del mundo por donde pasan coches como si del circuito de Montmeló se tratase.
Pero dejemos de hablar del complejo. Hablemos ahora de mi edificio, ese que, comparado con el resto (recuerden que fui trabajador asalariado por cuenta ajena de IKEA, y que visitaba portales muy a menudo), está hecho polvo, pero no tanto como algunos en los que les faltan los porteros, puertas y demás (los niños se "aburren" y les da por quitar esas cosas. No lo hacen con maldad, lo hacen para que los cimientos del edificio soporten menos peso). Hablaré de mis vecinos.
1ºA. Típico matrimonio separado no legalmente con 5 hijos. Así que eso supone una cosa: broncas constantes a la hora que sea y en la época del año que sea. Suelen pagar las broncas con la puerta de su casa. Han sido los únicos del edificio que la han cambiado, no por razones estéticas, sino más bien por necesidad: los portazos eran tan fuertes que la guía de la puerta llegó a despegarse de la pared. Tan grande era el boquete creado en la pared que no hacía falta que tocaras en la puerta para ver si había alguien; te asomabas al agujero y lo comprobabas directamente. Eso si, la puerta ni se lija ni se barniza. Espero que un día el de Bricomanía nos haga una visita y les arregle esa cosa llena de astillas. Cuando no lo pagan con su puerta rompen cualquier cosa de la comunidad. como los interruptores, los cristales de la puerta de la entrada...
2ºA. En toda casa debe de haber un espectro o un fantasma. Pues en mi edificio es la vecina del 2ºA. Tal es el grado de misterio con la doña que, en la época en que mi madre era la tesorera de la comunidad y esta vecina la secretaria. le dejaba los recibos y los papeles que tenía que firmar en el buzón. Misterio total.
2ºB. Matrimonio con una hija y la abuela. A la abuela le falta una pierna, así que cuando se cabrea la toma con el bastón y se pone a dar golpes y berridos (y nosotros vivimos abajo). El marido es un fan del serrucho y del taladro, así que anda todo el día haciendo agujeros (esas paredes deben parecer un queso emmental). A las chapuzas en su casa tenemos que unir las chapuzas en la escalera. Sólo a él se le ocurre pintar la barandilla de la escalera de color dorado, sin lijarla previamente. Cuando no tenemos que soportar la sesión de percusión de la abuela o las sesiones de excavación del marido, nos toca aguantar las sesiones de karaoke de la cría, que desconoce que el ordenador tiene una ruedita que sirve para bajar el volumen (a veces vengo a mi ordenador porque oigo el ruido de un mensaje entrante del messenger, y cuando miro resulta que es a ella a quien le llega).
3ºB y 4ºB. Madre e hija. Las cotillas del bloque. Tal es el grado de cotilleo que se enteraron que a mi hermana le pusieron aparatos en los dientes sin ella abrir la boca. Son las típicas que, cuando les saludas, te hacen un scanner de arriba a abajo, y dependiendo de cómo hayan tenido el día, te responden.
3ºA y 4ºA. Tíos raros. En su época de presidencia de la comunidad, se mamaron todo el dinero que pudieron. De lo que no se enteraron fue del hecho de que las páginas del libro de contabilidad estaban numeradas, así que se les denunció. Sus maléficos planes les hacían quitar la luz de la escalera cuando algún vecino tenía que subir la compra. Se tiene que hacer lo que ellos quieren. Si quieren cambiar los buzones, y se les dice que los que están aun sirven, ya se encargarán ellos de romperlos.
Y mañana, nuevo artículo: "Cosas que echo y no echo de menos". Por ejemplo:
ECHO DE MENOS:
Dormir una siesta decente.
Los paseos con mi padre.
Mirar el teléfono y encontrar una llamada o un sms de Carolina.
Quedarme hasta las tantas en la facultad.
NO ECHO DE MENOS:
Ver a determinados gilipollas que estudiaban conmigo.
A mi jefe, que ya no viene a dar tanto por culo.
Los días de invierno en Guajarvard.
Chris (Caballero Oscuro buscando una casa en la montaña).
El que no lo veas no significa que no esté ahí.
0 comentarios