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blogbusterdechris

Las cosas que echo de menos.

     Hola amiguit@s. ¿Cómo están? Espero que aún mantengan el ánimo con estos puñeteros exámenes que nos han puesto tan pegados que no hay forma de tomarse un respiro.

     Antes que nada me gustaría dedicar el artículo de hoy a mis tíos Pedro e Inmaculada. El lunes pasado falleció la madre de mi tía, así que desde este modesto blog trataré de rendirle un sentido homenaje.

     En mi anterior artículo dije que hablaría de las cosas que echaba y no echaba de menos. Después de varios días pensando creo que sólo hablaré de las cosas que echo en falta (para qué hablar de cosas que ahora ni me van ni me vienen).

     Echo de menos dormir una siesta en condiciones. Sí, de esas que gozaba en la época en que tenía las sobremesas libres. Esas siestas de una horita aproximadamente que te dejaban como nuevo. Porque ahora, por mucho que lo intente, no es igual. Para una siesta que consigo dormir al mes y se convierte en una especie de estado de coma reversible. ¿Por qué? Porque es tal el cansancio acumulado que me acuesto a las 3 y con suerte logro levantarme a las 7, porque si me dejan empato con el día siguiente.

     Echo de menos los paseos con mi padre. Antes, casi todas las tardes, salíamos por el centro de La Laguna a dar nariz, mientras hablábamos de nuestras cosas: que si Avero salía con el Xsara en el Rallye Norte, que si Pioneer saco un Blu Ray de sopotocientes gigas... y demas cosas por el estilo. A día de hoy las únicas conversaciones tecnológicas con mi padre son las referentes a los destrozos que hace en su ordenador instalando cosas que no sabe usar.

     Echo de menos mirar el móvil y ver un sms o una llamada de Carolina. ¿A quién no le gusta sentirse querido? La cosa adquiere mayor importancia cuando me ponía a pensar: "joder, un bicho raro como yo y resulta que alguien me quiere". Pues a uno le daba el subidón cuando encontraba una llamada perdida, un mensaje o una foto de ella. Al final las cosas acabaron como lo hicieron. Ahora intento no mirar el movil para no llevarme más chascos, porque cuando lo veo y miro que tengo un mensaje sólo pienso "¿será ella?". Pero no es (como que llevo más de una semana en que no se nada de ella). Es Orange, que también me quiere: quiere que me haga de contrato, o que recargue el móvil, o que...

     Echo de menos pegarme hasta las tantas en la facultad. Uno antes se iba a las 12, o a la 1. Se quedaba los últimos momentos en la cafetería riéndose, jugando a las cartas, o comprobando que los "difusores traseros" de las tías estaban dentro de la legalidad. Ese hábito tuvo que cambiar cuando empecé a trabajar, porque llegar a las 2 a tu casa, comer corriendo, prepararte y salir a toda leche para abrir la tienda a las 4 es algo poco aconsejable para mi salud. Días como aquel en el que Vicente, Carty y yo fuimos a MediaMarkt, Saturn, El Corte Inglés y más tiendas fueron memorables, ya que me pude divertir sin tener que mirar el puñetero reloj. Espero que en breve la experiencia se repita, aunque con la emergente carrera política de Carty... A saber por qué derechos de los estudiantes luchará. ¿Luchará para que pongan máquinas de condones y no fotocopiadoras? ¿O se dejará la vida intentando que las copas de la próxima Ficull sean gratis? El tiempo lo dirá.

     Amiguit@s me despido. En mi próximo artículo les daré clases de inglés para hablar canario en el extranjero y los entiendan.

 

     Chris (Caballero Oscuro con sueño).

     El que no lo veas no significa que no esté ahí.

 

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