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La banda y los intentos de "quedada".

     Hola a todos. Hoy les hablaré de la formación de un grupo de personas muy importantes para el futuro de la humanidad. No, no estoy hablando de la Comunidad del Anillo (si, Cartaya se parece a Frodo, pero no es eso). Les contaré cómo se formó la "banda".

     La banda fue confeccionada por Johnny. Como fue a clase un par de días más tarde de que empezara el curso, tuvo que conformarse con la gente que otros grupos no querían (la Chupipandi, Adasat y su séquito, etc). Según sus palabras, fue recogiendo a los “residuos sociales” que nadie quería, y formó al grupo (ahora que lo pienso, yo entré en el grupo por Cartaya, porque él ya a conocía a Johnny, así que soy un acoplado…¡ay Dios, soy peor que un residuo social!). Eso sí, tenía que darse un caprichito y cogió a Yurena.

     La banda estaba formada originalmente por Johnny, Yurena, Alberto, Xavi, Cartaya y yo. Más tarde Xavi se cambió de carrera y Alberto… Alberto no se donde se metió (pero da igual, no lo hecho de menos jajaja).

     Si tuviera que decir algo que caracterizara al grupo es por el poco tiempo que pasamos juntos fuera de la facultad. Es más probable ver a Hilario Pino presentando las noticias sin meter la pata ni una sola vez que conseguir que nosotros salgamos todos juntos. Creo que hemos salido unas… espera que las cuente…. ¿4 veces? Eso sí, esas 4 veces han sido inolvidables. Recordemos.

     La primera vez que salimos fue a una chuletada que encima organizamos nosotros. Me acuerdo que Yurena, Xavi y Johnny tenían el sábado anterior un examen de Penal, y nosotros bajamos para comprar las cosas cuando salieran de allí.

     Pues llegó el domingo de la chuletada. Nos levantamos con la noticia del tercer de Fernando Alonso en Malasia (fue su primer podio). Nos reunimos en la estación de guaguas, y nos dirigimos a las Mercedes, al Llano de los Viejos.

     Cuando llegamos al sendero, vimos una cinta que cortaba el paso. Pensamos 2 cosas: o aquello estaba cortado o Fermín Cacho andaba por allí cerca. Elegimos la segunda opción, quitamos la cinta (¡Adiós Fermín, te quedaste sin ella!) y subimos. Pero cuando llegamos al asadero…

     Aquello estaba todo embarrado, y encima en obras. Había herramientas, listones de madera y un contenedor de los que están en el muelle (Cartaya al ver el suelo mojado y el contenedor allí pensó que había subido mucho la marea). No había asaderos, y las parrillas estaban en el quinto pino. Eso si, las mesas estaban en su sitio (que detalle). Como no era cuestión de bajar de nuevo, improvisamos nuestro propio “asadero” con un cacho de lasca, una parrilla que estaba por allí, una bolsa de “Musgo” y la pericia de Cartaya.

     Lo pasamos genial. Entre la cacería de ratas, la lasca que explotaba (parecía que estábamos haciendo cotufas en vez de asar chuletas) el dolor de barriga de Yurena (va a una chuletada a hincharse de caramelos…), el "hostia, el guagüero" y la obsesión de Cartaya por cortar listones (menos mal que lo convencimos para que dejara el serrucho, porque después de acabar con los listones de la obra iba a seguir con las mesas y los árboles) pasamos una tarde agradable.

     Al par de meses, teníamos otra excusa para hacer una quedada: ¡Matrix Reloaded! (¡¡¡ese Neo!!!!). Decidimos ir el día del estreno, a la primera sesión. Yo me encargaba de llevar la bebida y no me acuerdo de quién se encargaba del papeo (creo que no fue Yurena, porque de haber sido ella recordaría haber comido caramelos…). Pero creo que al final se olvidó de llevar los bocadillos, así que tocaba improvisar.

     Imagínense la estampa. Son cerca de las 3 de la tarde. Ya había cola. Unos esperaban de pie y otros sentados. Y entre todo ese tumulto 4 individuos estaban haciéndose los bocadillos (¡háztelo ahí!). Lo que ocurrió dentro de la sala es tema de otro artículo. Por cierto, la película fue decepcionante.

     Y me faltan las otras 2 salidas. 2 cenas. La segunda salió relativamente bien. La primera…

     En la primera se invitó a gente con la que mantenías cierto contacto en la facultad. Pues nada, quedamos, fuimos al restaurante, y nada más entrar a una de las “acopladas” se le rompe el tacón. La tía decide ir a su casa a cambiarse, y se lleva de escolta al resto de acoplados.

     Después de 2 horas y pico, los acoplados (mamones) hacen acto de aparición. Alegan como causa eximente (joder como controlo Penal) que no encontraban aparcamiento (¿estaban buscando aparcamiento o construyendo uno?). Después de la cena, en la que se hablaba en grupitos (los acoplados entre si y nosotros a nuestro aire) salimos a los bares. La del tacón roto (hija, si en Fórmula 1 cambian neumáticos y ponen gasolina en menos de 10 segundos, ¿por qué tardas tú 2 horas en cambiarte de zapatos?) vuelve a desaparecer con algunas acopladas. Al rato aparecen 2 (de las 3) en El Sopletín. Fonte desapareció con su novia. Cartaya seguía encandilado por María. Y yo me estaba guisando allí.

     La pregunta es... ¿para cuándo una nueva quedada? Eso sí, ahora tenemos a más gente a la que llevar (y no son los acoplados jajaja).

     Chris.

 

     El que no lo veas no significa que no esté ahí.

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