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Vuelta a la rutina y la mentalidad de la mujer cuando está en grupo.

     Hola amiguitos y amiguitas. ¿Cómo están? Aquí comienza otra sesion blogeril de nuevo en este lugar donde se respetan los márgenes jijiji.

     Hoy he vuelto a la rutina. Después de estar pensando ayer por la noche, y de llegar a la conclusión de que no merecía la pena quedarse en casa esperando una llamada o un mensaje de Carolina, la Princesita, Nariko (creo que la lista de nombres se reducen a éstos), ya que esa respuesta podría producirse dentro de una semana, un mes, o no producirse, decidí bajar hoy.

     Bien. Recordarán uno de mis primeros artículos donde explicaba el ritual mañanero para bajar a Guajarvard. Pues bien, hoy se ha repetido. Pero sólo en parte. Me he levantado, he cogido mis cosas y he ido al baño. Y me he quedado delante del espejo mirándome. Mirándome el puñetero ojo, que tengo hinchado por un orzuelo, por la picadura de un bichejo o por un síntoma no reconocido de la gripe porcina. Pero, sobre todo, mirándome. Diciéndome a mi mismo "Dios, que guarro eres". Si amiguit@s. Soy un guarro. Llevo 4 días sin afeitarme. Antes lo hacía más a menudo. Pero últimamente...

     Después de tomarme el primer desayuno, lavarme los dientes, y despedirme de mi madre, puse el GPS y me dirigí a Guajarvard armado con mis apuntes y con mi Ipod. Pero esta vez la travesía no estaba amenizada por Linkin Park, algún rapero o alguna banda sonora. No. Esta vez estaba amenizada por el gran Manolo Vieira. Así que si me vieron esta mañana caminando y riéndome no piensen que soy gilipollas y me rio sólo o me estaba riendo de ustedes. Bueno, de alguno si me reí jijii.

     Después de llegar a la cafetería de Económicas y sentarme con Yu, comprobé una cosa: los lunes no va ni Dios. De nuestros especímenes reconocidos sólo estaba La Arafera. Pero nadie más, conocido o desconocido. Así que desayunamos (yo por segunda vez) y subimos a estudiar.

     Bien. Como aparece en el título del artículo de hoy, la mujer se comporta de forma diferente cuando está en grupo. Todos los hombres lo saben. Y ellas generalmente también, aunque no lo reconocen. Así que, como buen investigador que soy, les pondré un ejemplo.

     Los que me conocen saben como estudio. Leo, memorizo y me pongo a mirar mientras suelto lo que he leído. Pues bien, esta mañana he estado estudiando los maravillosos riesgos de la compraventa mercantil. Para los que no lo sepan se trata del sistema que se establece para determinar de quién o sobre quién recae la responsabilidad cuando el objeto de la compraventa sufre un daño y aún no se encuentra en disposición del comprador a pesar de que la compraventa se ha perfeccionado. Pues bien, yo estaba soltando esto mentalmente, mientras escaneaba la biblioteca: que si miro para la mesa del bibliotecario, que si miro para la puerta... y miro para la mesa de delante. Y da la puta casualidad de que hay un grupo de tías y una me mira. Sigo haciendo el escaneo, y vuelvo otra vez a mirar, pero a la inversa: mesa, puerta y mesa del bibliotecario. Y cuando miro para la mesa, la misma tía de antes me mira, se ríe y se vuelve para la amiga de al lado. ¡Y alaaaa! ¡Cachondeo! Así que aprovechando esta oportunidad, y si esa tía está leyendo esto (que no creo), diré unas palabras:

¡¡¡QUE NO TE ESTABA MIRANDO COÑOOOO!!! ¡¡¡QUE ESTABA ESTUDIANDO MERCANTIL Y NO A TI, QUE NO ERES MI TIPO!!! ¡¡¡QUE YO ESTOY COMPROMETIDO!!!

     Al ratito de irse Yu, cogí mis bártulos y me di el piro. Pero antes pasé por Alcampo, con la esperanza de encontrar en Game el Dirge of Cerberus para PS2. Pero no hubo suerte. Pero, como estoy deprimido, me compré unos posters. El Gobierno debería tener en consideración el deprimir a la gente para que gasten y activar así la economía, porque desde que estoy depre llevo en mi cuenta un movil (bueno, esto más que un capricho era una necesidad), una figurita de Batman de 18 cm (sí, he dicho de 18 cm, no con 18 cm) y los posters de hoy.

     Al llegar a casa me he puesto a decorar mi habitación, colocando los posters, recogiendo un poco, y tirando la puñetera caja del volante de la PS3 que molestaba en cualquier sitio donde lo pusiera. En ese momento "Decogarden", mi madre me preguntó por su medio nuera. Cuando se fue, me puse a darle vueltas a la pulsera que ella me había regalado. Y decidí quitármela, no por el hecho de que ella se hubiera quitado el otro día el collar que le di yo, sino por el hecho de que si la llevaba haría que la llamara o le mandara algún mensaje, no cumpliendo lo que le dije ayer. Así que la metí en una cajita donde guardo también el cordón original (tuve que comprar hilo y hacerla otra vez porque con el cordón que ella me dio no daba para hacerme el nudo), con la esperanza de que algún día esa pulsera volviese a su lugar (me refiero a mi muñeca, por si hay alguien con pocas luces y no se ha enterado).

     Todo esto ha sido escrito al mediodía. Tengo miedo. Tengo que trabajar 2 días con la "Peloning", porque Sara se ha ido a ver el concierto de Beyonce. Estoy por cortarme las venas.

 

     Chris (Caballero Oscuro medio tuerto).

     El que no lo veas no significa que no esté ahí.

 

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